jueves, 11 de febrero de 2010

Porque son importantes las normas de convivencia

En mi opinión, abordar el tema de la convivencia escolar en nuestras instituciones educativas es fundamental para promover en nuestros estudiantes relaciones respetuosas entre todos quienes hacen comunidad escolar. Hacerles comprender que la vida en sociedad está normada y reglada, lo que no implica pérdidas de creatividad o una suerte de ahogo, muy por el contrario, ello asegura las mejores relaciones entre las personas. Nuestra Constitución y nuestras leyes son la proyección evidente de nuestro Reglamento de Convivencia Escolar (en el sentido de que nuestros estudiantes se rigen por éste, pero al “salir al mundo” se regirán por aquéllas) y, por cierto nuestro Reglamento interno tiene la obligación de hacerse cargo de nuestras normas legales reativas a los deberes y derechos de las personas, tan bien desarrollados en los primeros artículos de nuestra Constitución.
Cuando yo era escolar, lo recuerdo bien, no era necesario que los reglamentos reflejaran los derechos y deberes ciudadanos, de hecho, los deberes en los reglamentos de disciplina de la época era lo único que se mencionaba.
Un buen regamento de convivencia escolar posibilitará una mayor colaboración, resolución de conflictos y, lo más importante, una formación centrada en los valores que cada institución provee y exalta y que asegura parte de la formación moral de nuestros estudiantes.
Por otra parte, un buen reglamento de convivencia escolar permite transmitir a los alumnos la idea de que los conflictos existen en forma permanente, pues basta que dos o más personas estén en desacuerdo respecto de algo para que éste surja. Por cierto que las emociones y sentimientos también tienen un rol protagónico en el conflicto.
Saber esto, significa también entender que tras el conflicto la reación entre las partes puede quedar dañada o fortalecida y ello depende solo de la oportunidad y la forma en que hayamos abordado el problema.
Para un manejo del conflicto se requieren dos elementos fundamentales:
1. Un reglamento de Convivencia Escolar caro, conocido y en cuya génesis hayan participado todos los miembros de la comunidad educativa y
2. Personas capaces de manejar e conflicto con técnicas de mediación adecuadas a su rango y edad. Con esto señalo claramente que el manejo del conflicto no solo pueden -y deben- hacerlo los docentes, directivos y personal para docente, sino que también los propios alumnos, de acuerdo a sus capacidades y manejo.
Formar mediadores de conflicto debiera ser un objetivo de las horas de Orientación y Consejo de Curso.

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